Manoli analiza y nos muestra otra aplicación que utiliza con sus alumnos. En este caso son Candelas y Matías quienes trabajan con ella, y, como siempre, Manoli la que les anima como nadie.
La aplicación Dislexia hay que comprarla, pero no es muy cara. 
Es bastante completa para trabajar problemas de lectoescritura. Lo dejaremos así, porque para una verdadera dislexia se queda muy cojita; pero bueno, no está mal. 
Lo suyo sería entrenar, de nuevo, dentro de unos meses todos los aspectos. Trabaja algún aspecto de metalenguaje, en concreto, las tres conciencias: lexical, silábica y la fonológica, pero muy, muy, muy superficialmente. Tendría que ofrecer un trabajo más sistemático de las vías directa e indirecta. 
En castellano no he encontrado nada que la supere, pero bueno, esto avanza muy deprisa. 
No tardará, seguro.
Lo mejor, todo lo que uno se ahorra en fotocopias y el tiempo en hacerlas.