Utilizo habitualmente una tableta digital, y cada vez me ocurre más a menudo eso de intentar interactuar con el dedo en la pantalla del ordenador. Y es que, ¡Cuando uno se acostumbra a lo bueno…!.Funcionar no me funciona, pero me ha venido bien para limpiarla de vez en cuando y quitar «tanto dedazo», o sea que podemos añadir una más a las ventajas de las tabletas: El fomento de la limpieza en las diversas pantallas, incluida la del televisor de plasma, al que no he resistido la tentación de tocar aún a sabiendas que no iba a poder cambiar de canal dándole un toquecito en el cristal, pero por probar que no quede. De momento aún no hago doble clic en las imágenes de las revistas de la sala de espera del dentista, pero todo se andará, porque tengo cita en 8 días. Y es que en el fondo somos como niños.