Hemos querido testear la opinión de los profesores que están participando en el proyecto Dedos, para que nos comenten las ventajas que, a su juicio, aportan las tabletas digitales al proceso de enseñanza.

En un contexto en el que las tecnologías y especialmente Internet se están convirtiendo en herramientas de uso cotidiano, también en el ámbito educativo, no resulta chocante que haya una gran coincidencia en destacar la inmediatez en la conexión, como uno de los elementos más valorados de las tabletas digitales y su uso en el aula, a lo que se une la facilidad de acceso a la información y los recursos que ofrece la red y por consiguiente, la rapidez en la búsqueda de información.

El hecho de no tener que desplazarse al aula de ordenadores, y en cualquier caso, de acceder inmediatamente a Internet, sin necesidad esperar a que se cargue el sistema operativo y sus complementos,  aporta una agilidad a la tableta, que no se obtiene con los netbook.  Hemos de considerar aquí que los alumnos que participan en el proyecto tienen a su disposición la tableta durante todo el tiempo que dura la experiencia, y por consiguiente la desplazan de casa al centro educativo y de éste a casa, por lo que el hecho de no tener necesidad de cambiar las configuraciones de red del dispositivo dependiendo del lugar desde el que se conecten,  adquiere todo su valor.

Se citan también toda una serie de elementos relacionados con la ergonomía del dispositivo y con sus características técnicas: su tamaño y ligereza, que indudablemente facilitan su transporte, y también la inexistencia de cables y periféricos, que en este caso no deja de ser una indudable ventaja, ya que la tableta puede meterse en la mochila, ocupando el mismo espacio que un cuaderno pequeño. Los profesores valoran mucho su facilidad de manejo y la calidad técnica del aparato, tanto en lo que se refiere a la versatilidad, como en lo concerniente a su amplia autonomía de uso, ya que la batería aguanta perfectamente toda la jornada escolar, evitando el uso de cables y enchufes y posibilitando un uso natural dentro de la clase. Digamos que para trabajar con la tableta, únicamente es necesaria la propia tableta.

La experiencia Dedos, ha puesto de manifiesto que el uso de las tabletas en el aula es tremendamente motivador para el alumno, sobre todo al principio; que siempre hay menos resistencia para acometer un trabajo cuando el instrumento que se utiliza es la tableta, es una afirmación en la que coinciden todos los profesores. Por otro lado, el hecho de que los alumnos estén acostumbrados a obtener información desde Internet y a manejar diferentes aplicaciones y programas fuera de la escuela, contribuye a que estos dispositivos se integren con facilidad en la dinámica de la clase.

Algunos docentes la reconocen incluso, cierta capacidad para mejorar la comunicación entre  profesores y alumnos y también entre los propios alumnos, posiblemente motivada por ser un dispositivo que invita a una nueva forma de enseñar y de aprender, convirtiéndose en un elemento facilitador del proceso educativo.  Este hecho no es ajeno a que los  profesores se muestren de acuerdo en señalar que las tabletas mejoran la disposición del alumno para la realización de tareas, actividades y búsqueda de documentación,  tanto dentro como fuera del aula, lo que nos lleva a pensar en una posible ventaja con respecto a otras herramientas de cara a una enseñanza de tipo constructivista que utilice como estrategia el aprendizaje por descubrimiento.
Pero no todo va a ser miel sobre hojuelas de barquillo, porque también se señalan algunos inconvenientes, que serán motivo de otra entrada en este blog.