La capacidad de ilusionarnos y sorprendernos nos mantiene jóvenes, enérgicos y felices.

Es el estado natural de los niños, por  eso los vemos siempre tan eufóricos y contentos.

La Navidad es el tiempo propicio para que aflore la alegría, el amor, la esperanza, la generosidad… y se haga el propósito de mantenerlas durante todo el año.

En el CITA hemos vuelto a la infancia,  hemos decorado el Belén y el árbol, con gusto y colorido. Los comentarios entre los participantes se han repetido:  » esto es fabuloso», » esto es increíble», » no dejamos  de sorprendernos».

Lo único que nos ha faltado ha sido poder llevárnoslo a casa , pero no os preocupéis porque más abajo os dejo los diferentes enlaces que os conducirán a las páginas en las que hemos trabajado en la sesión.

Aprovechamos la ocasión, para expresaros nuestros mejores deseos de que esta Navidad esté llena de AMOR,  PAZ y ESPERANZA y que el Año Nuevo traiga mucha felicidad y la confianza de un futuro mejor.

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                                         ¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!